Después de finalizar su tiempo como entrenador del Barcelona con una victoria por 2-1 contra el Sevilla el domingo, Xavi Hernández dijo que cree que su trabajo ha sido subestimado y que su reemplazo tendrá una tarea difícil por delante.
Xavi reveló su preocupación por el reemplazo que lo sucederá en el Barcelona, señalando la dificultad de la situación actual, tanto en lo deportivo como en lo financiero.
Xavi inicialmente anunció en enero que renunciaría este verano, pero revirtió su decisión en abril antes de ser despedido en una reunión con el presidente del club, Joan Laporta, el viernes. El técnico insistió en que quería quedarse en el cargo y se negó a revelar los motivos de su despido.
Xavi mencionó que está abierto a cualquier posibilidad en el futuro en cuanto a su próxima etapa profesional, pero que a corto plazo necesita «descansar y estar con mi familia».
En resumen, Xavi Hernández expresó su decepción por la falta de reconocimiento a su trabajo al frente del Barcelona y mencionó que está dispuesto a considerar nuevas oportunidades en el futuro.
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