El evento reciente de UFC 298 celebrado a principios de este mes puso de manifiesto una tendencia preocupante: siete luchadores en la cartelera aumentaron un 15% o más de su peso desde el día del pesaje hasta el día de la pelea. Esto llevó a la Comisión Atlética del Estado de California (CSAC) a considerar estos cambios de peso como un problema serio.
Impacto en la salud y rendimiento de los luchadores
Uno de los casos más llamativos fue el de Geoff Neal, quien logró aumentar un asombroso 18% de su peso, pasando de 170.5 a 200.8 libras. Esto se traduce en una diferencia significativa de 30.3 libras en tan solo unas pocas horas. Tales fluctuaciones drásticas de peso plantean preocupaciones sobre el impacto en la salud y el rendimiento del luchador dentro del Octágono.
Reacciones y regulaciones de CSAC
Incluso los luchadores del evento principal, Alexander Volkanovski e Ilia Topuria, no estuvieron exentos de este problema. A pesar de su valía en la jaula, ambos luchadores vieron un aumento del 15% o más en su peso desde el pesaje oficial hasta el día de la pelea. Esto pone en duda la equidad y la seguridad de competir bajo tales circunstancias.
CSAC, conocida por su postura proactiva en la lucha contra el corte extremo de peso, revisará sus regulaciones con respecto a la deshidratación y la rehidratación en respuesta a los hallazgos de UFC 298. Aunque el umbral del 15% de aumento de peso fue introducido en 2019, las revelaciones recientes sugieren que medidas más estrictas podrían ser necesarias para proteger el bienestar de los luchadores. Los casos de Paulo Costa, Robert Whittaker, Carlos Vera, Merab Dvalishvili y Danny Barlow destacan aún más la prevalencia de prácticas de corte de peso excesivas en las MMA.
Como aficionados y reguladores, hay una necesidad apremiante de responsabilizar tanto a los luchadores como a sus equipos por priorizar la manipulación de peso a corto plazo sobre la salud y seguridad a largo plazo. Aunque la tentación de ganar una ventaja de tamaño sobre los oponentes puede ser atractiva para los luchadores, los riesgos asociados con el corte extremo de peso en la UFC son cada vez más evidentes. Es imperativo que todos los involucrados en el deporte trabajen juntos para crear un entorno más seguro y sostenible donde los luchadores puedan competir con su peso natural sin poner en peligro su salud.
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