Novak Djokovic, el campeón defensor en el Abierto de Francia, se vio obligado a retirarse del torneo debido a una lesión en la rodilla derecha que sufrió durante su partido de cuarta ronda contra Francisco Cerundolo.
Esta lamentable situación no solo pone fin a su defensa del título, sino que también significa que cederá el codiciado puesto número 1 en la clasificación de la ATP. Djokovic se sometió a una resonancia magnética y otros exámenes médicos, que revelaron un «desgarro del menisco medial» en su rodilla derecha.
La noticia de su retiro fue una decepción para los fanáticos y jugadores por igual, ya que se esperaba que Djokovic fuera un fuerte contendiente para el campeonato. A pesar de sus esfuerzos por continuar jugando, el dolor y la incomodidad persistieron, obligándolo finalmente a retirarse del torneo.
Con Djokovic enfocándose en los próximos Campeonatos de Wimbledon y los Juegos Olímpicos, surgen preguntas sobre su tiempo de recuperación y su preparación para competir al más alto nivel. Su retiro plantea inquietudes sobre su salud a largo plazo y el impacto en su desempeño en futuros torneos.
El retiro de Djokovic tiene implicaciones significativas para el torneo y el panorama general del tenis masculino. A medida que los fanáticos y los jugadores se acostumbran a su ausencia, el enfoque se desplaza a los competidores restantes y su búsqueda del campeonato.
El tiempo dirá cómo Djokovic navega por este contratiempo y si puede regresar más fuerte en el futuro. Su retirada por lesión deja a Casper Ruud con un lugar en las semifinales del Abierto de Francia, donde se enfrentará a Alexander Zverev o Alex de Minaur.
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