Los Atlanta Falcons han dado un paso significativo en su búsqueda de un nuevo entrenador principal. En un giro inesperado de los acontecimientos, el propietario Arthur Blank ha optado por contratar a Raheem Morris como entrenador del equipo, marcando la primera vez que Blank elige a un antiguo entrenador principal de la NFL durante sus más de 20 años de propiedad. Esta decisión se produce después de una exhaustiva búsqueda que involucró la entrevista a 14 candidatos, incluyendo nombres de alto perfil como Bill Belichick, Mike Vrabel y Jim Harbaugh. A pesar del interés en otras opciones de entrenadores, los Falcons finalmente seleccionaron a Morris como la persona para guiar su futuro.
Para Raheem Morris, este nombramiento marca un regreso a casa en Flowery Branch, Georgia. La temporada pasada, Morris se desempeñó como entrenador interino de Atlanta durante 11 juegos después de que el club terminara el contrato de Dan Quinn. Aunque solo logró un récord de 4-7 en esa capacidad, a Morris no se le ofreció el puesto a tiempo completo. En cambio, los Falcons contrataron a Arthur Smith. Sin embargo, después de tres años y la partida de Smith el 8 de enero, los Falcons han decidido volver a traer a Morris como su entrenador principal permanente.
Con 47 años de edad, Morris aporta una gran experiencia a los Falcons. Pasó las últimas tres temporadas como coordinador defensivo de Los Angeles Rams, incluso ganando un Super Bowl con el equipo en 2021. Esta será su segunda designación como entrenador principal de la NFL a tiempo completo, después de su mandato con los Tampa Bay Buccaneers de 2009 a 2011. Durante ese período, Morris guió al equipo a un récord de 17-31. Después de su tiempo en Tampa Bay, Morris ocupó varios puestos de entrenador en Washington y en los Falcons antes de obtener el cargo de coordinador defensivo en 2020 y posteriormente ascender a entrenador principal interino.
A medida que Morris asume el cargo, hereda un equipo de los Falcons con varios jugadores destacados en ambos lados del campo. La defensa cuenta con el safety Jessie Bates III, nombrado segundo equipo All-Pro, el prometedor esquinero A.J. Terrell y el talentoso defensivo Grady Jarrett. En la ofensiva, Morris tendrá el lujo de trabajar con jugadores de habilidad como el ala cerrada Kyle Pitts, el receptor Drake London y los corredores Bijan Robinson y Tyler Allgeier. Además, dos linieros ofensivos que estuvieron presentes durante el mandato anterior de Morris en Atlanta, el tackle izquierdo Jake Matthews y el guardia derecho Chris Lindstrom, brindan estabilidad y familiaridad.
Uno de los desafíos inmediatos que enfrenta Morris es la posición de mariscal de campo del equipo. Blank criticó abiertamente el juego de los mariscales de campo de Atlanta la temporada pasada, resaltándolo como uno de los factores que contribuyeron al despido de Smith. Si bien Taylor Heinicke y Desmond Ridder siguen en el equipo, está claro que Morris deberá abordar esta área rápidamente. Se espera que se considere a Zac Robinson, actual coordinador de mariscales de campo/pase del juego de los Rams, como candidato a coordinador ofensivo de los Falcons. Morris sin duda se comunicará con varios entrenadores para explorar sus opciones antes de finalizar su equipo técnico.
Con el nombramiento de Raheem Morris como entrenador principal, los Falcons buscan aprovechar su rica historia para moldear su futuro. Al abrazar a un rostro familiar, Atlanta espera capitalizar la experiencia y habilidades de liderazgo de Morris. Si bien el camino por delante puede presentar desafíos, Morris tiene la oportunidad de convertir un talentoso plantel en una fuerza competitiva en la liga. A medida que los Falcons se embarcan en este nuevo capítulo, todas las miradas estarán puestas en Morris y su capacidad para guiar al equipo hacia el éxito. Solo el tiempo dirá si esta decisión impulsará a los Atlanta Falcons a nuevas alturas en la NFL.
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