Inglaterra emergió victoriosa en la semifinal de la Eurocopa 2024 contra los Países Bajos después de una difícil primera mitad. El entrenador holandés Ronald Koeman realizó cambios estratégicos en el descanso, lo que inicialmente desconcertó al equipo de Southgate. La dominación del equipo neerlandés llevó a que Inglaterra no tuviera disparos entre el minuto 41 y el 87, poniendo a Southgate en aprietos.
Los recuerdos de salidas pasadas en torneos resurgieron cuando Southgate tardó en hacer cambios impactantes, recordando situaciones anteriores en las que Inglaterra luchaba por revertir el ímpetu del juego. La decisión de Southgate de hacer entrar a Luke Shaw en el descanso por la lesión de Kieran Trippier y un doble cambio con 10 minutos restantes mostraron una toma de decisiones audaz. A pesar del gol tempranero de Harry Kane y la amenaza de Phil Foden en la primera mitad, ambos fueron sustituidos por Ollie Watkins y Cole Palmer, un movimiento que dio sus frutos con Watkins anotando un gol crucial para asegurar la victoria.
Southgate destacó la importancia de sentirse apreciado y respaldado por los aficionados, enfatizando el vínculo entre el equipo y los seguidores. El cambio de críticas a elogios simbolizó el viaje de montaña rusa de una campaña de torneo marcada por problemas de físico y descontento de los aficionados, culminando en un momento emocional y alegre para todos los involucrados.
A medida que Inglaterra se prepara para enfrentar a España en la final, el enfoque se dirige hacia la prueba final de conquistar un gran honor masculino por primera vez desde 1966. La final contra España presenta un desafío formidable, con Southgate reconociendo la necesidad de superar a un rival fuerte. A pesar de las críticas e incertidumbres que rodean las decisiones de Southgate, Inglaterra se encuentra en una posición en la que el éxito en la final podría solidificar su lugar en la historia.
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