La temporada inaugural de Kenny Atkinson como entrenador en jefe de los Cleveland Cavaliers ha sido nada menos que extraordinaria. Al revisar la hoja de estadísticas después del último triunfo de su equipo, no pudo ocultar su deleite por un récord perfecto de 10-0. En una liga donde la consistencia y el rendimiento son valorados, los Cavaliers han establecido un estándar que combina destreza ofensiva y trabajo en equipo.
Después de una victoria de 136-117 sobre los Golden State Warriors, Atkinson enfatizó la importancia de su inicio impecable: “10-0 es algo. Es un número mágico, ¿verdad?” Esta cita encapsula la sorpresa y la emoción que rodean a un equipo que no solo ha ganado, sino que lo ha hecho de manera convincente. Los Cavaliers ahora están grabados en la historia como el primer equipo en la historia de la NBA en lograr un inicio de 10-0 mientras anotaban al menos 110 puntos en cada juego. Este logro notable evoca una comparación con los legendarios Warriors de 2015-16, que fueron considerados uno de los mejores equipos en la historia de la NBA.
Si bien Atkinson reconoce el desafío que representan los Warriors, quedó impresionado por la preparación y el hambre exhibidos por sus jugadores, un testimonio de la química y el compromiso que han cultivado a lo largo de la temporada temprana. Jugadores clave han sobresalido de maneras significativas, particularmente el guardia All-Star Darius Garland y la estrella emergente Evan Mobley. Sus contribuciones han sido críticas para el impresionante promedio de anotaciones del equipo de 124.5 puntos por juego, el más alto de la liga. Garland anotó 27 puntos, mientras que Mobley aportó 23, mostrando su potencial como un dúo dinámico capaz de llevar a los Cavaliers lejos en los playoffs.
Las actuaciones de ambos indican una sinergia que Atkinson ha cultivado hábilmente en un corto periodo desde que asumió el cargo. La experiencia previa de Atkinson como entrenador desempeña, sin duda, un papel en la rápida adaptación de los Cavaliers a su estilo de juego de alta energía. Habiendo trabajado exitosamente con algunos miembros actuales de la plantilla durante su tiempo con los Brooklyn Nets, ha integrado sin problemas sus fortalezas en una nueva filosofía ofensiva que enfatiza los contraataques y el movimiento efectivo del balón. Esta evolución bienvenida es evidente mientras los jugadores se ajustan al ritmo más rápido y a las mayores oportunidades, lo que lleva a una experiencia de juego más placentera y productiva.
Uno de los aspectos más impresionantes del éxito de los Cavaliers radica en su profundidad. Atkinson ha implementado una rotación que maximiza las contribuciones de una amplia gama de jugadores. Diez jugadores promedian actualmente al menos 15 minutos en la cancha cada juego, y la estrategia de no sobrecargar a ningún jugador en particular—ninguno supera los 30 minutos—ha demostrado ser beneficiosa. Por ejemplo, Ty Jerome, asumiendo el rol de guardia suplente, anotó 20 puntos contra los Warriors, añadiendo aún más a la profundidad de anotación del equipo. Tal versatilidad no solo mantiene a los jugadores frescos y energizados, sino que también fomenta un ambiente de trabajo en equipo y responsabilidad compartida.
Camaradería y Mentalidad de Crecimiento
Como señaló Jerome, “Estamos jugando rápido y estamos jugando de la manera correcta,” enfatizando el desinterés exhibido por estrellas como Donovan Mitchell y Darius Garland. Este sentido de camaradería es crucial para un equipo que aspira a una grandeza sostenida a lo largo de las exigencias de una temporada de la NBA.
A pesar del comienzo excepcional de los Cavaliers, varios jugadores expresaron que el equipo aún no ha alcanzado su máximo potencial. En su victoria sobre los Warriors, el equipo mostró momentos de dominio, pero también áreas que necesitan refinamiento. Particularmente preocupantes fueron las 19 pérdidas de balón que permitieron a Chicago anotar 30 puntos, revelando lapsos en la toma de decisiones bajo presión. Jared Allen enfatizó la conciencia del equipo sobre sus deficiencias, afirmando, “Tenemos un largo camino por recorrer, muchas cosas que limpiar.” El reconocimiento de los jugadores sobre los desafíos continuos indica una mentalidad de crecimiento que les servirá bien a medida que avancen en la temporada. Ellos entienden que mantener altos estándares será vital si desean capitalizar su éxito temprano.
Los Cleveland Cavaliers no solo están acaparando titulares con su racha invicta, sino también estableciendo una base sólida para futuras victorias. Con Atkinson al mando, combinan confianza, potencia ofensiva y tácticas estratégicamente adaptadas, asegurando que sigan siendo competitivos en una liga notoriamente volátil. A medida que buscan mejorar, la continua evolución de este equipo será observada de cerca tanto por fanáticos como por analistas. La prueba definitiva llegará cuando hagan la transición de un comienzo caliente a un éxito sostenido a largo plazo.
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