Devin Haney recibió una paliza de Ryan García el sábado por la noche en el Barclays Center de Brooklyn. García, quien se había comportado de manera extraña en los días previos a la pelea, no logró dar el peso por más de tres libras y parecía no estar tomando en serio el combate. Sorprendentemente, García derribó a Haney tres veces en su camino hacia una victoria por decisión mayoritaria.
La mayoría había asumido que sería él, y no García, quien saldría del fin de semana como la mayor sensación del boxeo. ¿Dónde falló Haney el sábado? ¿O acaso nada pudo detener los rápidos y poderosos golpes de García durante la pelea? Algunos especulan que las extrañas acciones de García previas a la pelea pudieron haber afectado la mente de Haney.
No se puede negar que García demostró más poder que Haney, lo que nos lleva a preguntarnos si Haney perdió su enfoque en medio del caos previo a la pelea, si cayó víctima de su propia confianza o si García simplemente resultó ser un luchador superior en todos los aspectos. Un posible revancha entre los dos podría aclarar estas incógnitas.
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