Conor McGregor, una vez una figura querida tanto en el mundo del deporte como en el mercado del whiskey irlandés, ha enfrentado severas repercusiones tras un juicio civil que lo declaró culpable de asalto sexual. Proper No. 12, la marca de whiskey cofundada por McGregor en 2018, se ha distanciado rápidamente de él. A pesar de que McGregor vendió su participación en la marca en 2021, continuó siendo su figura pública prominente.
El reciente fallo legal ha llevado a Proper No. 12 a anunciar que ya no utilizarán el nombre ni la imagen de McGregor en sus esfuerzos de marketing, marcando un cambio significativo para la marca.
La Decisión Judicial y sus Consecuencias
Los problemas legales de McGregor se agravaron cuando un jurado civil en Dublín falló en su contra respecto a las acusaciones de una mujer que afirmó que él la asaltó en una habitación de hotel en diciembre de 2018. La decisión del tribunal ordenó a McGregor pagar a la demandante €248,000 (aproximadamente $257,000). Aunque McGregor afirma que su encuentro fue consensuado y tiene la intención de apelar el veredicto, estos entuertos legales han pintado un panorama sombrío de su vida pública y profesional.
Cabe destacar que, a pesar de esta litigación civil, McGregor no enfrenta cargos penales relacionados con estas acusaciones.
Las implicaciones de la situación legal de McGregor se extienden más allá del whiskey. La empresa de videojuegos IO Interactive ha declarado el fin inmediato de su asociación con el luchador, cesando la inclusión de McGregor en su serie, notablemente en el juego Hitman. En un comunicado, IO Interactive expresó su compromiso con una conducta responsable, enfatizando la seriedad de la controversia que rodea a McGregor. Esta decisión refleja una tendencia creciente entre las marcas de distanciarse de individuos que enfrentan escrutinio público debido a acusaciones de conducta inapropiada.
A raíz del fallo civil, numerosos minoristas han comenzado a retirar productos asociados con McGregor, incluyendo tanto el whiskey Proper No. 12 como su nueva marca, Forged Irish Stout. Esta decisión subraya la capacidad dañina de los escándalos legales para una marca, particularmente en el contexto de una figura pública cuya imagen había estado previamente ligada al éxito y al carisma.
A medida que estos productos desaparecen de los estantes, las implicaciones más amplias para la viabilidad comercial de McGregor y su marca personal continúan creciendo.
El Cambio en la Carrera de McGregor
Desde su última pelea en el UFC en 2021, la trayectoria profesional de McGregor ha tomado un giro drástico, con su reputación pendiendo de un hilo. El UFC se ha mantenido en silencio sobre el asunto, lo que plantea preguntas sobre la postura de la organización respecto a los atletas involucrados en acusaciones graves.
La caída de McGregor no solo afecta sus intereses financieros y asociaciones, sino que también deja un vacío en la comunidad deportiva que lo ha celebrado tanto como luchador como empresario. La convergencia de estos eventos sirve como un recordatorio sobrio de cuán rápido pueden cambiar las fortunas en la esfera pública, señalando un potencial nuevo capítulo para McGregor—no en el octágono o en sus emprendimientos comerciales, sino quizás en una lucha por la redención y la reconstrucción de su reputación en la estela de sus problemas legales.
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