En un tono solemne, Willie Mays recibió los honores militares finales por su tiempo en el Ejército de los Estados Unidos durante una presentación especial de una bandera estadounidense a su hijo Michael. En un servicio conmemorativo público en honor al difunto miembro del Salón de la Fama, se interpretó Taps. Mays, una estrella temprana de las Ligas Negras que conectó 660 jonrones en su carrera pero también sirvió en el Ejército durante la Guerra de Corea, falleció el 18 de junio a la edad de 93 años.
En el servicio conmemorativo, personalidades pasadas y presentes del béisbol se unieron para rendir homenaje al icónico «Say Hey Kid». Leyendas como Barry Bonds, el ex presidente Bill Clinton, el comisionado de las Grandes Ligas de Béisbol Rob Manfred, Joe Torre, Dennis Eckersley, Rickey Henderson, Reggie Jackson, Juan Marichal, Dusty Baker, Felipe Alou, y más estaban presentes. El evento fue un momento conmovedor que trajo a la memoria la destacada carrera de Mays en el diamante de béisbol.
Durante el servicio, el ex presidente Bill Clinton compartió sus gratos recuerdos de escuchar juegos de béisbol en la radio cuando era niño. Recordó la alegría de seguir a los Cardenales de San Luis y cómo idolatraba a Willie Mays de joven. Las palabras sinceras de Clinton destacaron el impacto perdurable de Mays en el juego de béisbol y en la vida de los aficionados a lo largo de generaciones. El comisionado de la MLB, Rob Manfred, reconoció a Willie Mays por su papel en transformar San Francisco en una verdadera ciudad del béisbol.
El impacto que Mays tuvo en el deporte sigue siendo palpable hasta el día de hoy. El servicio conmemorativo atrajo a una multitud de aproximadamente 4,500 personas, con 3,400 aficionados presentes en el parque de pelota a orillas del agua de los Gigantes de San Francisco. El apoyo y amor expresados a Mays fueron un testimonio de su legado perdurable en el mundo del béisbol. La presencia de tantas leyendas y personalidades destacadas del béisbol subrayó el profundo impacto que Mays tuvo en el deporte y en la vida de quienes lo conocieron. El servicio conmemorativo para Willie Mays fue un conmovedor tributo a una verdadera leyenda del juego. Aunque el «Say Hey Kid» nos haya dejado, su espíritu y pasión por el béisbol estarán siempre grabados en los corazones de todos los que tuvieron el privilegio de presenciar su grandeza.
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