A medida que Damian Lillard pisaba una vez más el Moda Center de Portland, esta vez como miembro de los Milwaukee Bucks, no pudo evitar dirigirse hacia el vestuario local. Durante 11 años, ese camino había sido su rutina como jugador de los Trail Blazers, y aún ahora, Lillard admitió que todavía no se siente como un visitante en esta ciudad. Expresó abiertamente su sorpresa al encontrarse en el vestuario de los visitantes, un espacio con el que nunca había estado familiarizado hasta ese día.
Al regresar a Portland por primera vez desde su cambio a Milwaukee en octubre, Lillard recibió una emotiva recepción por parte de los aficionados. Cuando su nombre fue anunciado durante las presentaciones previas al partido, la multitud se puso de pie y lo aplaudió durante un minuto entero. La abrumadora muestra de afecto conmovió a Lillard, quien reconoció su agradecimiento hacia la ciudad y la organización. A pesar de su compromiso con los Bucks, dejó la puerta abierta para un posible regreso a los Trail Blazers antes de que termine su carrera.
Al llegar a Portland unos días antes que los Bucks, Lillard estaba ansioso por reconectar con sus raíces. Con su familia aún viviendo allí, esperaba volver a su propia cama y disfrutar de preciosos momentos con sus gemelos, Kali y Kalii, mientras celebraban sus cumpleaños. Los Blazers, quienes lo habían seleccionado como la sexta elección del draft en 2012, le dieron la bienvenida de vuelta con dos videos en su honor durante el primer cuarto. El primer video mostraba sus logros en la cancha y momentos memorables, mientras que el segundo destacaba su impacto fuera de la cancha y sus contribuciones a la comunidad de Portland.
Antes del partido, Lillard recibió una llamada de su ex compañero de equipo CJ McCollum, quien lo animó a abrazar las profundas emociones que la noche inevitablemente provocaría. Lillard admitió que sus sentimientos hacia jugar en Portland y darlo todo por la organización siempre habían sido genuinos y sinceros. El peso de sus emociones era evidente, y anticipaba una experiencia abrumadora al pisar nuevamente esa cancha familiar y reunirse con los rostros que había visto innumerables veces a lo largo de los años.
Aunque Lillard había solicitado un cambio de Portland a principios del verano, reconociendo la tensión que se había desarrollado entre él y la organización, aún sigue de cerca a los Blazers. Su principal enfoque está en el base Anfernee Simons, a quien considera como un hermano. Sin embargo, Lillard dejó en claro que este partido no se trataba de buscar un cierre o una catarsis. Él cree que las experiencias que tuvo en Portland siempre serán parte de él, moldeando a la persona y jugador en el que se ha convertido.
Aunque su regreso a Portland despertó intensas emociones, Damian Lillard se mantiene enfocado en su situación actual con los Bucks. Buscaba la oportunidad de contender por campeonatos, tanto en el presente como en el futuro. Sin embargo, no descarta la posibilidad de volver a vestir el uniforme de los Trail Blazers antes de que termine su carrera. El aprecio que tiene por Portland y el impacto duradero que ha tenido en él hacen que una reunión futura parezca plausible.
En última instancia, el regreso de Lillard a Portland fue un recordatorio conmovedor de las conexiones profundas que forjó durante su tiempo con los Trail Blazers. A medida que continúa su viaje con los Bucks, lleva consigo los recuerdos y experiencias que lo han moldeado como jugador y como persona. Este regreso emocional sirve como testimonio del impacto duradero del vínculo entre un jugador y una ciudad y sus aficionados.
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