Real Madrid concluyó su temporada ganadora del título de LaLiga con una gran celebración el domingo. Los jugadores, junto con el entrenador Carlo Ancelotti y el presidente Florentino Pérez, fueron presentados con el trofeo por el presidente de la RFEF, Pedro Rocha. El equipo luego inició un recorrido en un autobús descapotable por las calles de Madrid para compartir el momento alegre con sus aficionados. El autobús hizo paradas en lugares clave en Madrid, incluyendo la sede del gobierno regional de Madrid en Puerta del Sol y el ayuntamiento, antes de terminar finalmente en Cibeles, donde miles de aficionados se habían reunido.
El capitán Nacho expresó su alegría, afirmando: «Tenemos que ir a Cibeles porque hemos ganado un título de liga muy difícil. Hay que disfrutar del momento porque nunca se sabe cuándo se ganará otro». El centrocampista Toni Kroos reflexionó sobre la temporada, reconociendo los desafíos y lesiones del equipo pero también enfatizando la importancia de la victoria temprana en la liga y celebrar con sus fieles seguidores. Madrid selló el título con una ventaja insuperable de 13 puntos, marcando su 36º triunfo en la liga y estableciendo un récord en el fútbol español. La celebración fue un preludio a su próxima final de la Liga de Campeones contra el Borussia Dortmund en el estadio de Wembley.
Enfoque en la Champions League
El centrocampista inglés Jude Bellingham arengó a la multitud, prometiendo la victoria en la final. El enfoque del equipo se centra ahora en asegurar otro trofeo prestigioso y agregarlo a su rica colección de galardones. Florentino Pérez, el presidente del club, elogió los logros del equipo, enfatizando los valores de trabajo en equipo, esfuerzo, trabajo duro y humildad que llevaron a su éxito. Alabó a los jugadores por superar la adversidad y las lesiones durante la temporada, destacando a individuos como Courtois, Militão y Alaba como ejemplos de resiliencia y determinación.
Los eventos festivos fueron planificados estratégicamente para asegurar el respeto y la consideración hacia los demás. Madrid pospuso sus celebraciones del título hasta después de completar su semifinal de la Liga de Campeones contra el Bayern de Múnich para no opacar la importancia del partido. Además, declinaron la opción de recibir el trofeo el día de su partido contra el Granada por respeto al equipo rival, cuyo descenso de la LaLiga había sido confirmado recientemente. Las celebraciones del título de LaLiga del Real Madrid no solo fueron una muestra de triunfo y jubilo, sino también una exhibición de juego limpio y clase. La unidad, la resiliencia y el compromiso inquebrantable del equipo con el éxito han solidificado su lugar en la historia del fútbol. Mientras se preparan para la final de la Liga de Campeones, los aficionados del Madrid de todo el mundo esperan ansiosamente otro momento inolvidable de gloria en Wembley.
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