Después de ganar su segundo título de singles mayor tras un partido lleno de emociones el sábado, Barbora Krejcikova levantó las manos en el aire en celebración y apuntó al cielo. Necesitando tres puntos de partido y casi dos horas, acababa de vencer a Jasmine Paolini, la séptima sembrada y favorita del público, en tres sets, 6-2, 2-6, 6-4, para reclamar su primer título de Wimbledon.
Un sueño hecho realidad
Krejcikova se convirtió en la octava mujer en ganar el prestigioso título en ocho años, en medio de una multitud de ex campeonas que la miraban desde el palco real. Después de enfrentar una temporada difícil que incluyó una lesión en la espalda, una enfermedad y un récord de 0-4 en arcilla, Krejcikova no era considerada una favorita para ganar en el All England Club.
Krejcikova pareció mejorar con cada partido que jugó a lo largo del torneo. Había vencido a la número 11 Danielle Collins y a la número 13 Jelena Ostapenko en los octavos de final y cuartos de final, respectivamente, en sets corridos. En las semifinales, luchó para vencer a Elena Rybakina, la campeona de Wimbledon 2022, 3-6, 6-3, 6-4.
Con esta victoria, Krejcikova se convirtió en la primera jugadora en la era abierta en ganar sus primeras dos finales de Grand Slam en sets decisivos. Durante una entrevista después del partido, Krejcikova estuvo emocionada al hablar sobre su mentor fallecido, Jana Novotna, quien había ganado el título de Wimbledon en 1998.
Después de su actuación en Wimbledon, Krejcikova regresará al top 10 en los últimos rankings y competirá en los Juegos Olímpicos. Además, seguirá jugando en individuales y buscará continuar con su momento antes de que la temporada se traslade a la pista dura de cara al Abierto de Estados Unidos. Paolini sube al quinto lugar del mundo, un nuevo récord en su carrera, luego del torneo.
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