Los Mets de Nueva York han alcanzado un hito monumental al anotar carreras de dos dígitos en tres juegos consecutivos por primera vez en sus 63 años de historia. Este extraordinario logro se destacó la noche del jueves, cuando triunfaron sobre los Philadelphia Phillies con un marcador de 10-6. Este desempeño sigue una impresionante racha de victorias donde aplastaron a los Washington Nationals en dos juegos consecutivos, con puntuaciones de 10-1 y 10-0. La ofensiva arrolladora de los Mets es sin precedentes, avivando tanto la emoción como la esperanza para el resto de la temporada.
El juego contra Philadelphia fue caracterizado por contribuciones significativas de jugadores notables. Mark Vientos, Pete Alonso, Brandon Nimmo y Francisco Álvarez cada uno conectó jonrones al abridor Taijuan Walker. Cabe destacar que el jonrón de Vientos marcó su número 25 de la temporada, mientras que Alonso registró su 34.º, ejemplificando la potencia del alineación de los Mets. El juego también vio a Luisangel Acuña, hermano de la superestrella de los Atlanta Braves, Ronald Acuña Jr., contribuir con un triple de RBI que selló su décima carrera en la séptima entrada contra el relevista José Alvarado.
Mientras los Mets han dependido a menudo de leyendas de lanzadores como Tom Seaver y Jacob deGrom para sus éxitos, el equipo actual se distingue por su potente ofensiva. Como enfatizó Alonso, la actual capacidad de anotación del equipo, que los coloca cuartos en las Grandes Ligas con un total de 740 carreras, es realmente impresionante. Este aspecto del desempeño de los Mets ha contribuido significativamente a su reciente éxito, mostrando un equilibrio que a menudo faltó en temporadas anteriores.
Los Mets han demostrado resiliencia, ganando cuatro juegos consecutivos y asegurando la victoria en 16 de sus últimos 20 partidos. Este éxito constante les ha permitido mantener una ventaja de dos juegos sobre los Atlanta Braves por el último puesto de comodín en la Liga Nacional. Esta racha ha alterado sin duda la percepción del equipo en la recta final de la temporada.
Las dificultades de Walker durante el juego fueron emblemáticas de las pruebas de su temporada. Regresando a la rotación titular después de un tiempo en el bullpen, permitió un récord profesional de cuatro jonrones junto a ocho carreras en poco más de tres entradas. El aumento drástico en su promedio de carreras limpias a 6.91 ejemplifica los desafíos que enfrenta el cuerpo de lanzadores de Philadelphia, que ha estado plagado de inconsistencias a lo largo del año. Los Mets aprovecharon estas debilidades, mostrando no solo potencia, sino también un bateo agresivo y disciplinado, incluyendo el aprovechamiento de un récord de temporada de ocho bases por bolas otorgadas por los lanzadores de los Phillies.
A pesar de sus actuaciones convincentes, la asistencia en casa de los Mets ha disminuido notablemente esta temporada, con aproximadamente 300,000 aficionados menos en comparación con el año anterior. Los factores que contribuyen a esta caída incluyen la mala visibilidad como contendientes, particularmente después de los traspasos de los lanzadores estelares Max Scherzer y Justin Verlander. Sin embargo, la energía palpable en el Citi Field durante el partido del jueves—apoyada por una multitud de 35,982—destacó el potencial de una sólida presencia de aficionados, que había estado notablemente ausente durante gran parte de la temporada.
Nimmo, en un momento de urgencia, animó a los aficionados a llenar el estadio y crear una atmósfera electrizante reminiscentes de un ambiente de playoff. Su llamado resonó en todo el parque y, en última instancia, tuvo éxito, ya que la energía del público tuvo una influencia palpable en el desempeño del equipo.
A medida que los Mets se acercan a juegos críticos en casa, la unidad y el respaldo de su base de aficionados se vuelven cada vez más cruciales para reforzar la moral y el desempeño en el campo. A medida que los Mets se preparan para una difícil serie contra Atlanta y Milwaukee, la necesidad de una producción ofensiva consistente sigue siendo primordial. Las apuestas de cada juego aumentan drásticamente a medida que la temporada se aproxima a su conclusión.
Destacando el vínculo intrínseco entre las multitudes enérgicas y el rendimiento del equipo, Alonso enfatizó que una atmósfera elevada no solo mejora la moral, sino que también desafía a los equipos visitantes. Con el equipo surfeando una ola de momentum, los Mets tienen una oportunidad única para redefinir su legado dentro de las Grandes Ligas de Béisbol.
Como ha demostrado la historia, el momentum a menudo puede llevar al éxito en la postemporada, y los Mets están indudablemente creando su propia historia, impulsados por el ritmo de su ofensiva de alto octanaje. En la búsqueda de los playoffs, el escenario está preparado para una emocionante conclusión de la temporada de los Mets, mientras los aficionados esperan presenciar el potencial de grandeza desplegarse en el campo.
Deja una respuesta