Durante el partido de apertura de la temporada contra los Philadelphia Eagles, Jordan Love, el mariscal de campo de los Green Bay Packers, sufrió una lesión en la pierna izquierda con tan solo 6 segundos restantes en el juego. Love necesitó ayuda para llegar a la banda lateral después de ser golpeado por dos defensores de los Eagles, Jalen Carter y Josh Sweat, mientras intentaba pasar el balón.
Después del partido, el entrenador Matt LaFleur se mostró incierto sobre el estado de Love, afirmando «No sé» cuando le preguntaron sobre la condición del mariscal de campo. A pesar de que Love no habló con los reporteros después del juego, recibió apoyo de sus compañeros de equipo, con el receptor abierto Christian Watson expresando confianza en que Love superaría la lesión.
En ausencia de Love, Malik Willis, quien fue adquirido por los Packers en un intercambio con los Titans, asumió como mariscal de campo para las dos últimas jugadas del juego. Con Sean Clifford siendo el único otro mariscal de campo bajo contrato con el equipo, los Packers tienen opciones limitadas si Love no puede regresar para el próximo partido.
La lesión de Love es particularmente preocupante dado que recientemente firmó un lucrativo contrato de cuatro años y $220 millones, convirtiéndose en uno de los jugadores mejor pagados de la NFL. Su tiempo limitado en el campo en la pretemporada y la lesión en el partido de apertura plantean dudas sobre su disponibilidad para los próximos juegos.
A pesar de la incertidumbre que rodea la lesión de Love, sus compañeros de equipo, incluido el liniero defensivo Kenny Clark, tienen esperanzas en su pronta recuperación y regreso al campo. Los Packers tendrán que confiar en su profundidad en la posición de mariscal de campo hasta que Love esté listo para volver a jugar.
En general, la lesión de Love ha puesto a los Packers en una situación desafiante al principio de la temporada, y el equipo deberá adaptarse y superar este contratiempo para mantener su competitividad en la liga.
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