El músculo del baloncesto estadounidense sigue siendo fuerte. A lo largo de las últimas tres décadas, el mundo ha avanzado mucho en este deporte, con talentos brillantes y equipos en desarrollo que muestran un gran potencial. Sin embargo, cuando el Team USA envía a sus mejores jugadores, nadie ha demostrado aún poder detener a los estadounidenses.
Este sábado, fue la quinta medalla de oro consecutiva para EE. UU. después de una victoria luchada por 98-87 sobre la resiliente y orgullosa nación anfitriona de Francia. El momento más destacado del partido llegó de la mano de Stephen Curry, quien anotó cuatro triples decisivos en un intervalo de dos minutos en el último cuarto para frenar la ofensiva francesa. Curry aseguró su primera medalla de oro con un increíble tiro en caída que silenció a los fanáticos locales con su característico movimiento del «ponerlos a dormir».
LeBron James, compañero de Curry, ganó su primer premio de Jugador Más Valioso a los 24 años y quince años después sumó otro a su extenso repertorio de premios. Fue nombrado MVP de los Juegos Olímpicos, sumándose a sus cuatro premios MVP de la NBA, cuatro MVP de las Finales, tres MVP del Juego de las Estrellas de la NBA y el único Torneo en Temporada regular en la historia. Durant, Booker y Davis también contribuyeron con su talento al equipo de EE. UU.
Victor Wembanyama, quien posiblemente represente la mayor esperanza de vencer a los estadounidenses en el futuro, mencionó que el juego del sábado en la capital francesa fue una «oportunidad única en la vida» y que su mentalidad era «ganar o fracasar» para Les Bleus. Su actuación respaldó sus palabras y su potencial entregando uno de los mejores juegos de su vida joven. Wembanyama anotó 26 puntos con siete rebotes y dejó una fuerte impresión en el juego. Su presencia se hizo sentir en todo momento, demostrando ser uno de los mejores jugadores jóvenes del mundo.
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