Una reciente demanda presentada en el Tribunal del Distrito de los Estados Unidos en Miami ha puesto a Nate Diaz una vez más en el foco de atención. Menos de dos semanas después de su victoria contra Jorge Masvidal en una pelea de boxeo, Diaz afirma que se le deben $9 millones por parte del promotor Solomon Engel y su empresa, Fanmio. El meollo del asunto radica en un acuerdo que Diaz alega haber tenido con Engel y Fanmio para recibir $10 millones por la pelea, con $1 millón pagado por adelantado y los $9 millones restantes por ser pagados después del evento.
Según la demanda presentada por Diaz, Engel se niega ahora a cumplir con el acuerdo, citando posibles pérdidas financieras del evento. Diaz afirma que Engel llegó incluso amenazar con declararse en quiebra para evitar pagarle lo que le deben. Diaz está demandando tanto por fraude como por incumplimiento de contrato, alegando que Fanmio no ha cumplido con su parte del trato. En respuesta a la demanda, Engel emitió una declaración afirmando que la demanda de Diaz carece de fundamentos. Según Engel, Diaz ya ha recibido una cantidad sustancial en conexión con la pelea, contradiciendo las afirmaciones de Diaz de que se le deben $9 millones. Engel sostiene que no ha habido fraude o incumplimiento de contrato y expresa confianza en el proceso legal para resolver la disputa.
Después de la victoria de Diaz sobre Masvidal, la pelea ha captado la atención por razones más allá del ring de boxeo. El evento, que tuvo lugar en el Honda Center en Anaheim, California, supuestamente tuvo una asistencia completa con una audiencia de 18,040 aficionados presentes. A pesar del éxito del evento en términos de asistencia, la controversia en torno a la demanda de Diaz ha eclipsado la emoción inicial de la pelea. La batalla legal entre Nate Diaz y Fanmio resalta las complejidades de los acuerdos contractuales en el mundo del deporte profesional. La disputa sobre los supuestos $9 millones que se le deben a Diaz plantea preguntas sobre la transparencia y la responsabilidad en el ámbito de la promoción de eventos y la compensación de los luchadores. A medida que el caso se desarrolla en el tribunal, queda por verse cómo se resolverán las afirmaciones conflictivas de Diaz y Fanmio.
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