La subasta de un trofeo otorgado al fallecido Diego Maradona que estaba programada para esta semana ha sido postergada, informó la casa de subastas francesa Aguttes el domingo, en medio de una investigación judicial que indaga la posible reventa de bienes robados.
Investigación judicial
Los herederos de Maradona esta semana no lograron detener la subasta del trofeo Golden Ball que recibió por ser el mejor jugador de la Copa Mundial de 1986 al iniciar un recurso judicial urgente. Un tribunal francés determinó que la subasta podía seguir adelante, pero el abogado de los herederos de Maradona presentó una apelación.
«Maradona siempre ha despertado pasiones, y esto continúa a pesar del reciente fallo judicial del jueves, que acogemos con satisfacción y que rechazó la solicitud de los herederos de prohibir la venta», dijo Maximilien Aguttes en un comunicado. «Nuestra misión es organizar la subasta en las mejores condiciones posibles, tanto para nuestro vendedor como para los compradores. Este clima litigioso y estas incertidumbres no permiten a los entendidos abordar esta adquisición con calma, y nuestro papel como tercero de confianza ya no puede cumplirse adecuadamente.»
Investigación en curso
Una nueva fecha para la subasta aún está por determinarse. Las autoridades judiciales francesas abrieron una investigación el mes pasado después de recibir una denuncia relacionada con la reventa de bienes presuntamente robados. La fiscalía de Nanterre dijo que el fallo del tribunal no afecta la investigación, que sigue en curso.
Antecedentes del trofeo
El trofeo Golden Ball estuvo desaparecido durante décadas después de que desapareció en circunstancias inciertas y solo recientemente volvió a surgir. Los herederos de Maradona afirmaron que el trofeo fue robado y sostuvieron que el propietario no tenía derecho a venderlo. Aguttes dijo que el trofeo reapareció en 2016 entre otros lotes adquiridos de una colección privada en una subasta en París.
Maradona, quien falleció en 2020 a los 60 años, capitaneó a Argentina en su victoria por 3-2 sobre Alemania Occidental en la final de 1986 en la Ciudad de México. En una victoria en cuartos de final sobre Inglaterra, marcó el gol de la «Mano de Dios» y el «Gol del Siglo». Aguttes dijo que esperaba que el trofeo «alcanzara millones debido a su singularidad».
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