El delantero de los Minnesota Wild, Ryan Hartman, recibió recientemente una suspensión de tres juegos después de lanzar su stick hacia los árbitros tras una difícil derrota por tiempo extra de 2-1 ante los Vegas Golden Knights. El Departamento de Seguridad de Jugadores de la NHL tomó la decisión después de una audiencia telefónica con Hartman para abordar su comportamiento antideportivo. El incidente ocurrió cuando Hartman estaba molesto porque el defensor de Vegas, Noah Hanifin, no fue penalizado por golpearlo con un palo en las etapas finales del juego.
Como resultado de la suspensión, Hartman se perderá tres importantes partidos en casa para los Wild mientras luchan por un lugar de comodín en los playoffs. Esta ausencia tendrá sin duda un impacto en el rendimiento del equipo cuando se enfrenten a rivales difíciles como los Ottawa Senators, Colorado Avalanche y Winnipeg Jets.
Además de los juegos perdidos, Hartman también perderá una cantidad sustancial de dinero, totalizando $62,195.13 según su salario promedio. Este dinero se destinará al Fondo de Asistencia de Emergencia de los Jugadores para apoyar a jugadores necesitados. Este golpe financiero, junto con la pérdida de tiempo de juego, sirve como un recordatorio contundente de las consecuencias del comportamiento antideportivo en los deportes profesionales.
La suspensión de Ryan Hartman sirve como una advertencia para los atletas profesionales, destacando la importancia de mantener la compostura y el respeto por las reglas y los árbitros del juego. Las repercusiones de un comportamiento antideportivo pueden ser severas, afectando tanto al jugador individual como al equipo en su conjunto. Mientras Hartman cumple su suspensión, los Wild tendrán que reagruparse y idear estrategias para compensar su ausencia en el hielo.
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