El entrenador de los Philadelphia Flyers, John Tortorella, se encontró en aprietos después de una serie de eventos durante el partido del sábado contra los Tampa Bay Lightning. Con los Flyers perdiendo 4-0, las tensiones estaban en su punto álgido cuando una llamada polémica llevó a un gol en power-play para los Lightning.
Tortorella, visiblemente molesto, expresó su descontento a los árbitros Wes McCauley y Brandon Schrader, lo que resultó en una expulsión del juego y una penalización al banco. Como resultado de sus acciones, Tortorella ha sido suspendido por dos juegos y multado con $50,000 por la liga. Esto significa que se perderá los próximos juegos en casa contra los San Jose Sharks y los Toronto Maple Leafs.
La suspensión pone a los Flyers en una situación difícil, ya que tendrán que navegar estos juegos sin su entrenador en el banquillo. Después del partido, los jugadores de los Flyers quedaron confundidos por la expulsión de Tortorella. El centro Sean Couturier mencionó que nunca había visto a un entrenador ser expulsado de esa manera. El asistente del entrenador Brad Shaw defendió las acciones de Tortorella, atribuyéndolas a la naturaleza emocional del juego y la frustración sentida por el equipo.
Tortorella será elegible para regresar para el juego de los Flyers contra los Boston Bruins el sábado. Esta suspensión sirve como un recordatorio de la importancia de la compostura y la profesionalidad, incluso en situaciones de alta tensión en el hielo. En general, el incidente que involucra a John Tortorella destaca la delgada línea que los entrenadores deben caminar entre abogar por su equipo y mantener el respeto por el juego y sus oficiales.
Como entrenador experimentado, a Tortorella se le debería pedir un alto estándar de conducta, especialmente cuando se trata de interacciones con árbitros. Será interesante ver cómo responde a esta acción disciplinaria y cómo podría impactar en su entrenamiento en el futuro.
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