En una reciente decisión judicial, el Juez Richard Boulware decidió excluir a trece testigos clave de testificar a favor de la UFC en su próximo juicio por prácticas anticompetitivas. Entre estos testigos se encontraban luchadores conocidos como Michael Bisping, Chael Sonnen y Michael Chandler. Estos luchadores, junto con otros, no fueron revelados adecuadamente por la defensa, lo que llevó a su exclusión del juicio.
La demanda, que representa a más de 1,200 luchadores, alega que la UFC participó en prácticas anticompetitivas para suprimir los salarios de los atletas, retratando la promoción como un monopolio. A pesar de que el juicio está programado para comenzar el 15 de abril en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Nevada, la exclusión de estos testigos plantea preguntas sobre la trayectoria y el resultado del caso.
Opiniones encontradas
Eric Cramer, abogado de los demandantes, criticó el manejo de la defensa respecto a la divulgación de testigos, calificándolo como «juicio por emboscada». Los abogados de la UFC, por su parte, argumentaron que los nombres de los testigos ya habían sido mencionados en documentos y por los demandantes, sugiriendo que su exclusión no debería ser una sorpresa.
A pesar de la exclusión de estos testigos, que incluían no solo luchadores sino también managers y empleados de la UFC, la defensa expresó confianza en el resultado del caso. Chris Yates, el co-asesor legal de la UFC, enfatizó la importancia de presentar un conjunto diverso de testimonios al jurado, resaltando las experiencias positivas de muchos atletas de la UFC.
A medida que el juicio se acerca, la exclusión de testigos clave plantea interrogantes sobre la fuerza del caso de la defensa y las tácticas empleadas por ambas partes. La ausencia de testimonios de luchadores de alto perfil y expertos de la industria puede impactar la comprensión del jurado sobre las acusaciones contra la UFC.
Actualmente, los abogados de ambos lados están involucrados en una mediación privada respecto a un posible acuerdo, aunque el resultado sigue siendo incierto. Los demandantes están buscando daños sustanciales que van desde $84 millones a $1.6 mil millones, sin proponer cambios en las prácticas comerciales de la UFC.
A pesar de estos desafíos legales, ninguno de los luchadores dentro de la clase ha optado por no recibir compensación, subrayando la unidad entre los demandantes en la búsqueda de justicia y responsabilidad por parte de la UFC.
Deja una respuesta