El próximo caso de acción colectiva por competencia desleal contra la UFC ha llamado la atención debido a la alineación de testigos esperados para testificar en nombre de los demandados. Actualmente y ex luchadores, incluyendo a miembros del Salón de la Fama de la UFC como Michael Bisping, Chael Sonnen y Michael Chandler, están listos para declarar. Además, la estrella femenina Miesha Tate y el retirado favorito de los fans, Donald «Cowboy» Cerrone, también están incluidos como testigos esperados. La presencia de estas figuras prominentes del mundo de las MMA resalta la importancia del caso y las apuestas involucradas.
Además de los luchadores, también se listan varios gerentes conocidos de luchadores de MMA como testigos esperados para la UFC. Nombres como Ali Abdelaziz, Jason House, Josh Jones, Dan Lambert y Ed Soares están en la lista. Estos gerentes representan a algunos de los mejores luchadores libra por libra en el deporte, agregando otra capa de credibilidad a la defensa de la UFC. Lambert, quien es dueño de American Top Team en Florida, aporta su experiencia como gerente y propietario de gimnasio a la mesa, mostrando el amplio apoyo para los demandados en el caso.
Los demandantes en el caso alegan que la UFC participó en prácticas anticompetitivas para adquirir y mantener poder monopsónico en el mercado de servicios de luchadores de MMA profesionales de élite. La reclamación gira en torno a la idea de que la UFC eliminó la competencia y suprimió los salarios, dañando en última instancia a los luchadores. Los demandantes buscan daños significativos, que van desde 894 millones de dólares a 1.6 mil millones de dólares, resaltando la magnitud del caso y sus posibles implicaciones para la industria de las MMA. Uno de los problemas clave destacados en el caso es la disparidad en el reparto de ingresos entre la UFC y sus luchadores.
La fecha del juicio se acerca y la atención se centra en los testimonios de los testigos esperados y los argumentos presentados por ambas partes. El equipo de defensa de la UFC, respaldado por una lista de luchadores actuales y retirados, gerentes y ejecutivos, se está preparando para desafiar las reclamaciones de competencia desleal y defender las prácticas de la organización. Por otro lado, los demandantes buscan justicia y una compensación justa por presuntas fechorías de la UFC. El resultado del caso aún está por verse, pero sus implicaciones para el mundo de las MMA son significativas, independientemente del veredicto.
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