La redención raramente es tan enfática como la exhibición que presenciamos el domingo cuando el equipo del Arsenal de Mikel Arteta logró una impresionante victoria por 6 a 0 sobre el West Ham United en la Premier League. Este triunfo sirve como un testimonio de la estrategia de Arteta de utilizar decepciones pasadas para impulsar futuros éxitos.
La temporada pasada, los Hammers lograron remontar un déficit de 2 a 0 y empatar 2 a 2 contra el Arsenal, con Bukayo Saka fallando un penalti crucial que contribuyó al deterioro del desafío por el título de los Gunners. No solo West Ham ganó el partido de ida esta temporada, sino que también eliminaron al Arsenal de la Carabao Cup. Estos contratiempos hicieron que el enfrentamiento de este fin de semana pareciera aún más desafiante, especialmente después de las victorias rutinarias de Liverpool y Manchester City.
Sin embargo, los jugadores de Arteta se inspiraron en sus fracasos anteriores, abrazando la oportunidad de reescribir la historia en este enfrentamiento crucial. Antes del inicio del partido, Arteta entregó un poderoso mensaje a su equipo. Les instó a vencer sus decepciones anteriores contra el West Ham, creando una sensación de determinación entre los jugadores. En una entrevista posterior al partido, Arteta reveló: «Es hora de vencer al West Ham. Todos lo sabíamos. Todos lo sentíamos en nuestras tripas. Sabíamos que iba a ser un partido realmente difícil y que teníamos que hacer ciertas cosas en ambas áreas mejor que en el partido anterior, y eso es lo que hicimos hoy». Las palabras motivadoras de Arteta resonaron en el equipo, ya que abordaron el partido con agudeza e intensidad desde el principio.
Si este partido fuera una prueba histórica, el Arsenal la superó con éxito. Llegaron al descanso con una increíble ventaja de 4 a 0, gracias a los goles de William Saliba, Gabriel, Saka (desde el punto de penalti) y Leandro Trossard. El Arsenal había enfrentado historias de advertencia del pasado, habiendo desperdiciado previamente una ventaja de 4 a 0 en el descanso contra el Newcastle en febrero de 2011, lo que resultó en un empate 4 a 4. Sin embargo, esta vez, los Gunners se mantuvieron resueltos y aseguraron que la historia no se repitiera. Saka volvió a marcar en la segunda mitad, seguido por un magnífico gol desde 25 yardas de Declan Rice para el West Ham. La decisión de Rice de no celebrar su gol como muestra de respeto hacia su antiguo equipo ejemplificó la dominante muestra de humildad por parte del Arsenal. Muchos desilusionados aficionados locales abandonaron el estadio en el descanso, incapaces de presenciar la absoluta inferioridad de su equipo. La impresionante actuación de Rice solidificó su adaptación desde su traslado del West Ham, haciendo que el gasto de £105 millones del Arsenal pareciera una ganga. Cabe destacar que la contribución de Rice en las jugadas de estrategia se ha vuelto cada vez más significativa, ya que entregó el saque de esquina para el gol de Saliba y el tiro libre que Gabriel cabeceó al gol.
Sin lugar a dudas, este equipo del Arsenal sigue a la sombra de Liverpool y Manchester City, pero está decidido a abrirse camino en la historia del fútbol. Este partido presenció a varios jugadores del Arsenal dejando su huella en los libros de récords. Rice, con tres contribuciones de gol en un solo partido, alcanzó un hito personal. Saka, a la tierna edad de 19 años, se convirtió en el jugador más joven del Arsenal en alcanzar los 50 goles para el club desde 1978. El excelente gol de Trossard marcó el gol número 8000 del Arsenal en la liga. Además, los Gunners rompieron récords al lograr su mayor victoria como visitante en la Premier League y la derrota conjunta más abultada del West Ham, todo en el transcurso de 90 minutos.
Si bien Liverpool actualmente tiene una ventaja de dos puntos y Manchester City tiene un partido pendiente, el Arsenal sigue hambriento y motivado por su reciente historia de resiliencia. Arteta enfatizó la importancia de mantener el impulso, afirmando: «Estamos manteniendo y construyendo un impulso ahora, y las actuaciones han sido realmente sólidas, al igual que los resultados. Necesitamos mantener eso porque no somos los únicos… Conocemos los estándares y el nivel al que nos enfrentamos, y necesitamos estar a ese nivel si tenemos alguna posibilidad de tener éxito».
La devastadora victoria del Arsenal sobre el West Ham United no solo vengó sus derrotas anteriores, sino que también fue una poderosa declaración de su determinación y capacidad para reescribir su propia historia. Los Gunners, guiados por el liderazgo de Arteta y alimentados por decepciones pasadas, están listos para enfrentar los desafíos que se avecinan y establecerse firmemente como contendientes en la Premier League.
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